domingo, 17 de agosto de 2008

Acumuló figuras de jerarquía y sufre como un equipo ordinario

Nadie estaba preparado para verlo tan mal. Por eso, el impacto visual le agrega a su cóctel de malicia y contundencia, el plus de esa ingrata sorpresa que lastima.Quince días atrás era todo brillo, "mataba" en las encuestas. LLegó al debut bañado y perfumado en elogios desparramados a plazo fijo. Era el rey de las apuestas. Hasta los críticos más severos asumieron el riesgo de reservarle un sitio de privilegio.¿Y ahora? Mientras los sueños tambalean y la amarga coyuntura amenaza con desmoronar la calma aparente, hay un puñado de certezas que la opinión pública comenta y analiza de acuerdo a la subjetividad que le asiste.Salvo los casos puntuales de Fernández y Boselli, de Independiente a Banfield, Estudiantes empeoró. Después del estreno copero la crítica operó con el freno que suele imponer la cautela. Había pasado sólo un partido, pero ya van tres, y la impresión, nítida por cierto, de que ha extraviado la identidad que supo lucir se fortalece sin pausa.





EL DERRUMBE INDIVIDUAL


¡Cómo será de oscuro el panorama que hasta Andújar anda mal! El gol que involuntariamente le obsequió al defensor Bustamante, no tiene relación con las gordas carpetas que dejó su representante en varios clubes de Europa. Fue un error de principiante cometido por un arquero de selección. Se va a recuperar, pero el mientras tanto hace que la altísima permeabilidad de la defensa se potencie hasta una estatura peligrosa.Alayes se instaló en su meseta más baja. Pierde en el mano a mano, no marca diferencia en el juego aéreo y, como si fuera poco, queda muy expuesto cuando debe ser salida por la derecha. Ese es un tema que debe ver el técnico; Agustín no puede ser la autopista de tránsito hacia los mediocampistas.Angeleri recién se normalizó en el segundo tiempo y Desábato no consiguió hacerlo nunca. Debe haber sido su partido más flojo con la camiseta que lo elevó hasta su máximo brillo. Y siguen las firmas. Braña descontrolado, Matías Sánchez con la mochila de debutante en una zona desnuda de claridad y Calderón... Calderón es todo un tema.Estudiantes fue a buscarlo guiado por una alta dosis de nostalgia sentimental. El segundo gran ídolo popular no está en su etapa de esplendor y él, autocrítico y superprofesional como es, seguramente lo sabe mejor que todos. Si su rendimiento cambia rotundamente, naturalmente cambiarán los comentarios de los hinchas y del periodismo, pero soslayar que hoy no tiene la importancia de su anterior etapa, sería presentar un análisis escondido en la comodidad de no herir susceptibilidades.


AHORA EL TECNICO NO SABE


"Sensini está aprendiendo a ser DT", ¿se acuerda de aquel título publicado en esta misma sección? Bueno, nada ha cambiado, salvo los resultados. Sensini, buen tipo, sereno, sin vedettismos de ninguna especie, es el mismo del torneo pasado, cuando los resultados no eran parecidos a los de este comienzo tan negativo. Ahora le "pegan" con dureza. Ahora no sabe nada. Ahora, si la cosa sigue mal, lo van a poner primero en la fila de la guillotina.Así somos. Los que se molestaron por aquel título (Sensini no está en esa lista), ahora secretean señalándolo como el papá de tantos pecados. Pasen, pasen tranquilos, ¡bienvenidos a la selva de la hipocresía!Todo puede pasar en la revancha ante el equipo de Borghi. El resultado condicionará gritos e infectará razonamientos. Pase o no de ronda en la Copa Sudamericana, nada modificará las creencias de este domingo. Hasta hoy, Estudiantes ha jugado mal, con fallas gruesas en defensa y sin rumbo en el medio. Es cierto, perdió a Verón muy temprano y con él en cancha pueden cambiar muchas cosas. Quizás el regreso de la "Brujita" le permita dejar de mostrarse como un equipo ordinario.

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