jueves, 21 de agosto de 2008

Salgueiro y los penales le dieron el pasaje al Pincha



Estudiantes avanzó anoche a la segunda ronda de la Copa Sudamericana con una victoria que festejó en una definición con remates desde el punto del penal, al cabo de un partido verdaderamente extraño porque pudo haber goleado en el primer tiempo y casi termina afuera por una notable declinación en el complemento. El próximo rival del Pincha será el ganador de la llave que componen Arsenal de Sarandí y Motagua de Honduras, que se encontraron el martes con goleada de cuatro a cero para los del Viaducto.

El equipo albirrojo fue poco menos que una máquina en el primer tiempo, donde se puso en ventaja con anotación de Gastón Fernández, alcanzó momentos de buen juego y mereció una diferencia mayor. Pero increíblemente se quedó en el segundo tiempo, y tras lamentar la rápida igualdad de los de Avellaneda, con una chilena de Leonel Núñez, dio pena hasta que a los 41 minutos Juan Manuel Salgueiro conectó de cabeza un tiro libre de Moreno y Fabianesi y llevó el resultado a un dos a uno (el mismo marcador que en el encuentro de ida jugado en Avellaneda) que determinó un desempate con remates desde el punto del penal, donde Estudiantes no se equivocó.

UNA MAQUINITA

De entrada, la presencia de Juan Sebastián Verón fue como que le mejoró la imagen a Estudiantes. Con la Brujita manejando el juego desde la mitad de la cancha, todo el equipo creció. Se acomodó mejor la defensa, Angeleri escaló por derecha, Moreno y Fabianesi complicó por derecha, Enzo Pérez se mostró profundo por el costado izquierdo, y más adelantado Gastón Fernández se potenció al lado de Boselli. Nada que ver el Estudiantes de esta revancha frente a Independiente con aquel otro que había dado pena en el partido de ida jugado en cancha de Racing.

No se había completado aún el primer minuto de juego cuando el nuevo equipo que armó Roberto Néstor Sensini mostró que había entrado con la idea clara de revertir aquel 2-1 en contra en Avellaneda. Pérez llegó al fondo por izquierda y metió al medio para que, tras un toque de Moreno y Fabianesi, Boselli quedara mano a mano con el arquero. El goleador definió abajo, aunque sin poder superar al arquero que tapó bien abajo.

La pasó mal Independiente en el fondo, y fue la primera jugada de una larga serie porque así como Estudiantes fue otro, el conjunto de Claudio Borghi tampoco se pareció en nada a aquel que en cancha de la Academia había ganado con todas las de la ley. Casi sin discusiones. Y por más que Montenegro complicó a Andújar con un pelotazo largo a los 7 minutos, a la vuelta Gastón Fernández pegó el grito que el Pincha necesitaba para seguir vivo en la Copa.

Subió Angeleri por derecha, enganchó en el borde del área y le dio al arco. La pelota rebotó en el camino y fue a poder de Verón, quien la "picó" para la nueva corrida de Mambrú, quien fue a buscar y cruzó al medio para la entrada de la Gata, que no falló. Lindo gol, lógico ya a esta altura de la noche porque la distancia era grande.

Le cayó bien a Estudiantes la ventaja. Por primera vez en la temporada empezaba ganando un partido (contra Independiente en el partido de ida, Central y Banfield por el campeonato Apertura la había tenido que remar desde atrás), y se lució. Clarificando por afuera y desacomodando a todo el fondo del rival, que soportó situaciones de alto riesgo. Como dos entradas de Fernández y otra de Pérez, clarísimas. No aguantó el ritmo Verón, pero con el envió inicial le alcanzó al equipo.

DE NO CREER

Lo que pasó en el segundo tiempo resultó increíble, de no creer. Borghi metió a Gandín por Moreira, con esto Matheu abandonó su puesto en la mitad de la cancha y bajó para jugar de marcador lateral. Y el partido cambió por completo. Independiente, que empató en el primer ataque, de pronto se hizo cargo del trámite y lo hundió al Pincha hasta lo más profundo. Ledesma cruzó desde la derecha, Gandín bajó la pelota en el segundo palo y Leonel Núñez, de chilena, festejó el 1 a 1 que ponía a los de Avellaneda en la otra ronda.

No dieron pie con bola los albirrojos en la segunda parte. A partir de una notoria declinación de la Brujita, perdieron el control de la pelota en la mitad y ni el despliegue de Moreno y Fabianesi alcanzó para equilibrar. Le costó muchísimo llegar hasta el arco de Assman, pero cuando el final parecía sellado, un tiro libre del propio Moreno y Fabianesi viajó hasta la cabeza del uruguayo Salgueiro, que encontró el dos a uno que extendió el partido a una definición con remates desde el punto del penal. Lotería en la que el Pincha no falló, porque de cinco metió cinco, y por eso pasó de ronda.

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