Los hinchas de Estudiantes dieron una nueva muestra de su apoyo incondicional. La pelota volvió a rodar y con ella la pasión del fútbol se trasladó, en este caso, al Cilindro de Avellaneda.Los albirrojos agotaron las 6.500 entradas que les otorgaron para el choque copero frente a Independiente, un rival tradicional en este tipo de batallas. Es por eso que nadie se quiso quedar afuera y el sector visitante estuvo colmado a pesar del frío que azotó a la región. Las ganas por ver a las nuevas incorporaciones que hizo el Pincha, sumado a la gran expectativa generada por tratarse de un certamen internacional, fueron motivos más que suficientes para que anoche una multitud acompañara a los dirigidos por Roberto Sensini.
UN GRAN MARCO
La gente de Estudiantes fue llegando lentamente al estadio de Racing, donde el Rojo hace las veces de local. Y cuando Pablo Lunati dio el pitazo inicial la tribuna visitante lucía a pleno. Por eso el recibimiento al equipo fue espectacular: muchos papeles y bombas de estruendo y humo rojo y blanco, acompañados por los bombos, las trompetas y el grito ensordecedor, le dieron un gran marco.En el minuto de silencio dedicado a Jorge Bottaro (ex presidente de Independiente), los albirrojos aprovecharon para hacerle un homenaje a la "Fiera" Maciel, quien también falleció esta semana. En tanto, las mayores ovaciones se las llevaron Juan Sebastián Verón, José Luis Calderón y Rodrigo Braña, tres emblemas del conjunto de Sensini.Ya se hizo costumbre el canto de los hinchas de Estudiantes cada vez que el rival es Independiente: "te acordás Rojo esa noche / que el Pincha no se olvidó / ustedes tiraban piedras / y el Pincha salió campeón". Los albirrojos siempre recuerdan aquel partido donde su equipo se consagró en el Nacional de 1983. Y el "jamás, jamás podrán tener la hinchada / que en las buenas y en las malas / siempre está con el León" se transformó en el hit de la jornada.Así fue como los albirrojos disfrutaron con la vuelta del fútbol y esta nueva participación en la Sudamericana. Por eso le pusieron color a una noche bien copera.
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