lunes, 1 de septiembre de 2008

Estudiantes se sacó las ganas pero no las dudas

Irrumpieron los históricos para que Estudiantes cortara una racha y prolongara otra. El primer grito fue obra del capitán Juan Sebastián Verón, que en el primer tiempo clavó un derechazo de tiro libre en el palo derecho del arquero de Arsenal. Y el segundo, ya cerca del final, lo generó José Luis Calderón, que vino desde el banco y rubricó con un tiro bajo y cruzado una gran jugada del mejor jugador del partido: Mauro Boselli.

Así, con el 2 a 0 ante el equipo del Viaducto, el equipo albirrojo cortó la racha sin victorias en el Apertura y, además, estiró a 28 partidos su invicto en el Estadio Ciudad de La Plata.

Y no es poca cosa ante la actualidad del equipo que volvió a quedarse sin su capitán que, tras su gol, volvió a sentir dolor en el gemelo de la pierna izquierda, ése que lo ha tenido a mal traer en este último tiempo.

Igualmente lo de Estudiantes distó bastante de ser bueno. Pero esta vez Arsenal no supo explotar sus flaquezas, incluso desaprovechó -vía Matos- un increíble blooper de su arquero Andújar, que sobre el cierre del primer tiempo dejó una pelota corta y en los pies del delantero visitante.

Aún cargando esa mochila que no lo deja dar un paso adelante para volver a ser el Estudiantes que fue, esta vez le alcanzó con lo que propuso para quedarse con tres puntos vitales para intentar el despegue.

Dentro de un partido con muchas imprecisiones, fue Estudiantes el que propuso un poco más, aunque si bien dispuso más de la pelota no siempre la manejó con velocidad y precisión.

Igualmente en la puja que se generó en el medio, los cuatro jugadores albirrojos impusieron supremacía sobre los cinco que instaló allí la visita, y cuando a Estudiantes se le abría la chance de adueñarse de todo, tras el golazo de tiro libre de Verón, luego de un foul contra la Gata Fernández en la puerta del área, su capitán se fue lesionado.

Si bien Matías Sánchez, su reemplazante, supo estar a la altura de las circunstancias, Estudiantes declinó en su andar y posibilitó que Arsenal equilibrara el trámite y sobre el final apurara a Andújar.

Primero el arquero desvió al córner un buen remate largo de Gómez, y de la ejecución de ese córner existió un cabezazo de Báez que el golero albirrojo contuvo abajo. Pero tras cartón le entregó una pelota a Matos ante la sorpresa general que no terminó en gol por esas cosas del fútbol.

Estaba casi cantado que Calderón iba a ingresar en el complemento, y por la Gata Fernández, que "vivió" permanentemente en off side y acertando poco con la pelota en los pies.

Con Caldera trabajando de mediapunta, Estudiantes pudo levantar cabeza porque éste pudo aguantar más el balón y posibilitar el adelantamiento de los volantes. Cabe apuntar que Braña, Pérez y Sánchez cumplieron un buen cometido en lo que hace a marca y anticipo y, de esta manera, Estudiantes lo tuvo a Arsenal lejos de su arquero.

Pero había alguien que hacía la diferencia: Mauro Boselli. Cada vez que arrancaba desnivelaba y se dibujaba una chance de gol. Dispuso de tres el ex Boca pero no acertó, pero sin embargo en sus pies se generó la lucida acción personal que derivó en el pase hacia la izquierda para que Calderón, con tiro cruzado y bajo, sellara el resultado partido.

Sería un error, como lo puntualizó luego el mismo entrenador pincharrata, que el equipo se contentara con lo que hizo ayer. En esta búsqueda de una identidad, de una línea de juego -la que por momentos se diluye casi hasta desaparecer- el triunfo seguramente ayudará, y mucho, pero asoma todavía lejos el mejor Estudiantes. Ese equipo peligroso, que no lo es. O ese equipo convencido y persuadido de lo que quiere, que todavía está dudando.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Comparte

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More