La gestión que iniciará Rubén Filipas no pondrá plazos para terminar la obra, debido a que este tema no ocupará la totalidad de la agenda de la futura dirigencia. Alternativas y negociaciones por una futura localía.
La construcción del estadio de Estudiantes se instaló en la campaña pre-electoral, como una de las pincipales metas a concretar por el próximo gobierno. Pues bien, pese a que está previsto que la obra sea inagurada en el lapso de los próximos tres años, la gestión que encabezará Rubén Filipas no pondrá plazos. Esto se debe, entre otras cosas, a que el primer equipo, al igual que la gente que lo sigue, se adaptó muy bien a jugar en el estadio Ciudad de La Plata, en donde acumula un invicto de 34 partidos, y sólamente ha perdido una vez desde que empezó a jugar de local.
Ahora bien, ¿qué sucederá cuándo se inicien las obras para techar el reducto de 25 y 532? En primer lugar, desde la dirigencia confían en que se podrá pedir una prórroga para evitar que el Pincha deje de usar esa localía. Y en el peor de los casos, ya se están anazlizando distintas alternativas, mientras la contrucción del estadio de 1 y 57 siga en pie.
Por un lado, está prácticvamente descartado en el seno dirigencial la posibilidad de volver a jugar de local en la cancha de Quilmes. Esto se debe, entre otras cosas, porque las relaciones con un influyente dirigente Cervecero no serían las mejores. Además, claro, de las incomodidades que les volverían a ocasionar tanto a los socios como a los simpatizantes, trasladarse cada quince días a la vecina localidad.
En tal sentido, ya se habrían iniciado gestiones con la dirigencia de Gimnasia, que llegado al caso, recibiría el “consejo” de la AFA para alquilarle la cancha a Estudiantes, tal como sucedió a fines del 2005.
A todo esto, el doctor Filipas, flamante presidente del Pincha, admitió ni bien se conoció el resultado de los comicios, que el tema del estadio de Estudiantes hay que manejarlo con tranquilidad, y sin cometer “locuras”.
Se cae de maduro, en consecuencia, que la remodelación seguirá viento en popa, pero los tiempos de la obra serán pura y exclusivamente potestad del gobierno del club, pese a las presiones de algunos sectores de la ciudad.
La construcción del estadio de Estudiantes se instaló en la campaña pre-electoral, como una de las pincipales metas a concretar por el próximo gobierno. Pues bien, pese a que está previsto que la obra sea inagurada en el lapso de los próximos tres años, la gestión que encabezará Rubén Filipas no pondrá plazos. Esto se debe, entre otras cosas, a que el primer equipo, al igual que la gente que lo sigue, se adaptó muy bien a jugar en el estadio Ciudad de La Plata, en donde acumula un invicto de 34 partidos, y sólamente ha perdido una vez desde que empezó a jugar de local.
Ahora bien, ¿qué sucederá cuándo se inicien las obras para techar el reducto de 25 y 532? En primer lugar, desde la dirigencia confían en que se podrá pedir una prórroga para evitar que el Pincha deje de usar esa localía. Y en el peor de los casos, ya se están anazlizando distintas alternativas, mientras la contrucción del estadio de 1 y 57 siga en pie.
Por un lado, está prácticvamente descartado en el seno dirigencial la posibilidad de volver a jugar de local en la cancha de Quilmes. Esto se debe, entre otras cosas, porque las relaciones con un influyente dirigente Cervecero no serían las mejores. Además, claro, de las incomodidades que les volverían a ocasionar tanto a los socios como a los simpatizantes, trasladarse cada quince días a la vecina localidad.
En tal sentido, ya se habrían iniciado gestiones con la dirigencia de Gimnasia, que llegado al caso, recibiría el “consejo” de la AFA para alquilarle la cancha a Estudiantes, tal como sucedió a fines del 2005.
A todo esto, el doctor Filipas, flamante presidente del Pincha, admitió ni bien se conoció el resultado de los comicios, que el tema del estadio de Estudiantes hay que manejarlo con tranquilidad, y sin cometer “locuras”.
Se cae de maduro, en consecuencia, que la remodelación seguirá viento en popa, pero los tiempos de la obra serán pura y exclusivamente potestad del gobierno del club, pese a las presiones de algunos sectores de la ciudad.
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