El Pincha, que terminó con un hombre menos por la roja a Salgueiro, igualó 0-0 con Arsenal y gracias al 2-1 en la ida se metió en la próxima fase, en la que se medirá con Botafogo. La Copa tendrá nuevo campeón.
Estudiantes supo defender el 2-1 que consiguió en el encuentro de ida y se clasificó para los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Esta noche, un mal partido disputado en Sarandí, igualó 0-0 ante Arsenal, que así se despidió del certamen en el que la temporada pasada alcanzó la gloria al ser campeón. El próxima rival del Pincha, que se mantiene invicto desde la llegada de Astrada, será el Botafogo de Brasil.
El primer tiempo fue decididamente muy malo. Fue entendible el orden y la espera de un error contrario por parte de Estudiantes, ya que llegaba a este encuentro con ventaja; fue demasiado especulador el planteo inicial de Arsenal, que salió a la cancha con un solo delantero (Sava) y sin actitud en los mediocampistas para acompañar al Colorado.
Los dos se resumían a meter y meter, jugar cuando se podía y esperar un tiro libre cerca del área para sacar diferencia por arriba. En ese contexto fue algo más prolijo el equipo de Astrada, que intentó hacer bien ancho el campo de juego con Angeleri por la derecha y Benítez por la izquierda, mientras que los de Garnero dedicaron gran parte de la primera etapa a controlar defensivamente a su rival y sin lastimar en ofensivo.
La única jugada de peligro en los 45 minutos iniciales llegó por casualidad: lo buscaron a Boselli por el medio, el delantero y su marca (Matellán) se cayeron en el borde del área y la pelota le quedó a Galván, quien remató por arriba del travesaño cuando estaba solo en el punto del penal.
Garnero lo puso a Leguizamón en el inicio del complemento y en nueve minutos el equipo del Viaducto tuvo dos oportunidades para abrir el marcador, ambas por intermedio de un cabezazo: en la primera Andújar evitó el gol de Casteglione y en la otra el intento de Sava se fue cerca del palo derecho.
Arsenal empezaba a dejar espacios en el fondo, pero Estudiantes, impreciso (no anduvo bien Verón), no podía aprovechar la velocidad de Boselli. El partido con el paso de los minutos se ponía cada vez más caliente, se ponía con mucha vehemencia y de no ser por la benevolencia de Favale se podrían haber ido expulsados Casteglione y Gómez, por muy malas entradas ante Sánchez y Alayes, respectivamente.
Garnero lo puso a Leguizamón en el inicio del complemento y en nueve minutos el equipo del Viaducto tuvo dos oportunidades para abrir el marcador, ambas por intermedio de un cabezazo: en la primera Andújar evitó el gol de Casteglione y en la otra el intento de Sava se fue cerca del palo derecho.
Arsenal empezaba a dejar espacios en el fondo, pero Estudiantes, impreciso (no anduvo bien Verón), no podía aprovechar la velocidad de Boselli. El partido con el paso de los minutos se ponía cada vez más caliente, se ponía con mucha vehemencia y de no ser por la benevolencia de Favale se podrían haber ido expulsados Casteglione y Gómez, por muy malas entradas ante Sánchez y Alayes, respectivamente.
El clima era cada vez más tenso (de jugar ni hablar) y, finalmente, llegó la roja que se veía venir. Mosquera lo piso a Salgueiro, el uruguayo reaccionó con una patada, el asistente sólo lo vio a él y Favale lo envió a enfriarse a las duchas.
En el final el local intentó acorralar a los platenses, con el centro al área en busca de Sava como único recurso, pero enfrente tenía a otro especialista en este tipo de definiciones, que supo aguantar el cero y terminó festejando la clasificación para los cuartos de final. La Copa Sudamericana tendrá un nuevo campeón.
Estudiantes supo defender el 2-1 que consiguió en el encuentro de ida y se clasificó para los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Esta noche, un mal partido disputado en Sarandí, igualó 0-0 ante Arsenal, que así se despidió del certamen en el que la temporada pasada alcanzó la gloria al ser campeón. El próxima rival del Pincha, que se mantiene invicto desde la llegada de Astrada, será el Botafogo de Brasil.
El primer tiempo fue decididamente muy malo. Fue entendible el orden y la espera de un error contrario por parte de Estudiantes, ya que llegaba a este encuentro con ventaja; fue demasiado especulador el planteo inicial de Arsenal, que salió a la cancha con un solo delantero (Sava) y sin actitud en los mediocampistas para acompañar al Colorado.
Los dos se resumían a meter y meter, jugar cuando se podía y esperar un tiro libre cerca del área para sacar diferencia por arriba. En ese contexto fue algo más prolijo el equipo de Astrada, que intentó hacer bien ancho el campo de juego con Angeleri por la derecha y Benítez por la izquierda, mientras que los de Garnero dedicaron gran parte de la primera etapa a controlar defensivamente a su rival y sin lastimar en ofensivo.
La única jugada de peligro en los 45 minutos iniciales llegó por casualidad: lo buscaron a Boselli por el medio, el delantero y su marca (Matellán) se cayeron en el borde del área y la pelota le quedó a Galván, quien remató por arriba del travesaño cuando estaba solo en el punto del penal.
Garnero lo puso a Leguizamón en el inicio del complemento y en nueve minutos el equipo del Viaducto tuvo dos oportunidades para abrir el marcador, ambas por intermedio de un cabezazo: en la primera Andújar evitó el gol de Casteglione y en la otra el intento de Sava se fue cerca del palo derecho.
Arsenal empezaba a dejar espacios en el fondo, pero Estudiantes, impreciso (no anduvo bien Verón), no podía aprovechar la velocidad de Boselli. El partido con el paso de los minutos se ponía cada vez más caliente, se ponía con mucha vehemencia y de no ser por la benevolencia de Favale se podrían haber ido expulsados Casteglione y Gómez, por muy malas entradas ante Sánchez y Alayes, respectivamente.
Garnero lo puso a Leguizamón en el inicio del complemento y en nueve minutos el equipo del Viaducto tuvo dos oportunidades para abrir el marcador, ambas por intermedio de un cabezazo: en la primera Andújar evitó el gol de Casteglione y en la otra el intento de Sava se fue cerca del palo derecho.
Arsenal empezaba a dejar espacios en el fondo, pero Estudiantes, impreciso (no anduvo bien Verón), no podía aprovechar la velocidad de Boselli. El partido con el paso de los minutos se ponía cada vez más caliente, se ponía con mucha vehemencia y de no ser por la benevolencia de Favale se podrían haber ido expulsados Casteglione y Gómez, por muy malas entradas ante Sánchez y Alayes, respectivamente.
El clima era cada vez más tenso (de jugar ni hablar) y, finalmente, llegó la roja que se veía venir. Mosquera lo piso a Salgueiro, el uruguayo reaccionó con una patada, el asistente sólo lo vio a él y Favale lo envió a enfriarse a las duchas.
En el final el local intentó acorralar a los platenses, con el centro al área en busca de Sava como único recurso, pero enfrente tenía a otro especialista en este tipo de definiciones, que supo aguantar el cero y terminó festejando la clasificación para los cuartos de final. La Copa Sudamericana tendrá un nuevo campeón.
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