El hombre de las mil batallas en el mediocampo y uno de los ejes de la columna vertebral del León, Rodrigo Braña, atraviesa una de las últimas etapas en su recuperación. Si bien en las últimas semanas se lo vio trabajando en el gimnasio que posee el Country de City Bell, recién ayer por la mañana surgió su figura en la cancha número uno, donde estuvo corriendo de manera suave por espacio de 20 minutos aproximadamente.Recordemos que al momento de su lesión (distensión en el gemelo de la pierna izquierda) en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana, Estudiantes afrontaba un momento crítico tanto a nivel futbolístico como anímico. Sumado a ello, días antes Roberto 
Sensini había abandonado su cargo como director técnico. Ante esta fotografía de imagen un tanto opaca, el plantel albirrojo, con Leonardo Astrada a la cabeza, tuvo que enfrentar una seguidilla de partidos muy difíciles y significativos.El puesto de Chapu fue ocupado por un Matías Sánchez, que si bien poseía cualidades y peso específico, todavía no había demostrado todo su potencial con la camiseta pincharrata.El fixture reflejaba una dura misión: el clásico, Arsenal por la copa y Boca de visitante; panorama crítico si se pensaba que el estandarte del mediocampo estaba fuera del terreno de juego.La cuestión es que el juvenil ex Racing fue figura e hizo olvidar la ausencia de Braña, sobretodo en el partido de vuelta con Arsenal. Días más tarde y redondeando una actuación brillante, el viaje a La Boca hizo que el volante central se transforme en el sostén de contención del medio Pincha.Pero más allá del excelente momento que atraviesa Sánchez, la recuperación del ex Quilmes ha dibujado una sonrisa en hinchas y cuerpo técnico. Se sabe que es el símbolo del equipo, no sólo por su despliegue dentro del campo de juego, sino también por la recuperación y la entrega a puro coraje.Finalmente, la pregunta que surge es si llegará o no en óptimas condiciones físicas para la seguidilla de partidos que el León tiene por delante (7 en 19 días). En caso de que así sea, se especula con que será de la partida nuevamente.
Sensini había abandonado su cargo como director técnico. Ante esta fotografía de imagen un tanto opaca, el plantel albirrojo, con Leonardo Astrada a la cabeza, tuvo que enfrentar una seguidilla de partidos muy difíciles y significativos.El puesto de Chapu fue ocupado por un Matías Sánchez, que si bien poseía cualidades y peso específico, todavía no había demostrado todo su potencial con la camiseta pincharrata.El fixture reflejaba una dura misión: el clásico, Arsenal por la copa y Boca de visitante; panorama crítico si se pensaba que el estandarte del mediocampo estaba fuera del terreno de juego.La cuestión es que el juvenil ex Racing fue figura e hizo olvidar la ausencia de Braña, sobretodo en el partido de vuelta con Arsenal. Días más tarde y redondeando una actuación brillante, el viaje a La Boca hizo que el volante central se transforme en el sostén de contención del medio Pincha.Pero más allá del excelente momento que atraviesa Sánchez, la recuperación del ex Quilmes ha dibujado una sonrisa en hinchas y cuerpo técnico. Se sabe que es el símbolo del equipo, no sólo por su despliegue dentro del campo de juego, sino también por la recuperación y la entrega a puro coraje.Finalmente, la pregunta que surge es si llegará o no en óptimas condiciones físicas para la seguidilla de partidos que el León tiene por delante (7 en 19 días). En caso de que así sea, se especula con que será de la partida nuevamente. 
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