Hizo el gol, recibió la ovación y luego dedicó el pase a la final "a la gente"
El ingreso de José Luis Calderón le cayó como anillo al dedo a Estudiantes. El delantero, que entró en el momento justo, no sólo le aportó peso ofensivo al equipo sino que además fue el autor del gol que ayudó a "despertar" al Pincha en el partido y asegurar, nada menos, que el ansiado pasaporte a la final de la Copa Sudamericana. Un gran premio para el delantero que hizo delirar a todo el estadio que termin
ó coreando su nombre.En tan solo un minuto, Caldera puso en claro para qué había ingresado. Astuto estuvo Leonardo Astrada cuando vio que Juan Manuel Salgueiro no andaba bien en el partido (estuvo muy impreciso en los pases) y en el minuto 15 de la segunda etapa lo reemplazó por Calderón, quien un minuto después (a los 16) y tras un córner desde la izquierda al área que no pudo aprovechar Alayes, con un cabezazo abajo mandó la pelota al fondo del arco de Sebastián Torrico. Lo gritó con alma y vida y se sacó la camiseta para ir corriendo a festejar con la hinchada, lo que le valió que después Sergio Pezzota le muestre la tarjeta amarilla.Caldera había quedado muy golpeado luego de la goleada por 5-0 del domingo pasado ante este mismo equipo en La Paternal. Pero el fútbol siempre da revancha y él la tuvo anoche y no la desaprovechó convirtiendo un gol que quedará en la historia y en el recuerdo de todos los hinchas, esos mismos que ayer lo despidieron como se merece, con una gran ovación: "Calderón, Calderón, Calderón..." se oyó desde los cuatro costados.Luego del partido, en medio del festejo, Caldera comentó: "Estoy contento por el gol, yo creo que cuando se tiene que dar, más allá de que uno lo busca, se da. Esto lo quiero compartir con mi señora Silvana que me apoyó en los peores momentos, con mi hijo Santiago y los que están siempre conmigo más el apoyo del plantel".Al referirse al haber conseguido nada menos que el pasaporte a la final de la Copa gracias a su tanto, el delantero dijo que "Ahora nos tocó una final más y esto es importante y para toda la gente que nos apoyó siempre".
ó coreando su nombre.En tan solo un minuto, Caldera puso en claro para qué había ingresado. Astuto estuvo Leonardo Astrada cuando vio que Juan Manuel Salgueiro no andaba bien en el partido (estuvo muy impreciso en los pases) y en el minuto 15 de la segunda etapa lo reemplazó por Calderón, quien un minuto después (a los 16) y tras un córner desde la izquierda al área que no pudo aprovechar Alayes, con un cabezazo abajo mandó la pelota al fondo del arco de Sebastián Torrico. Lo gritó con alma y vida y se sacó la camiseta para ir corriendo a festejar con la hinchada, lo que le valió que después Sergio Pezzota le muestre la tarjeta amarilla.Caldera había quedado muy golpeado luego de la goleada por 5-0 del domingo pasado ante este mismo equipo en La Paternal. Pero el fútbol siempre da revancha y él la tuvo anoche y no la desaprovechó convirtiendo un gol que quedará en la historia y en el recuerdo de todos los hinchas, esos mismos que ayer lo despidieron como se merece, con una gran ovación: "Calderón, Calderón, Calderón..." se oyó desde los cuatro costados.Luego del partido, en medio del festejo, Caldera comentó: "Estoy contento por el gol, yo creo que cuando se tiene que dar, más allá de que uno lo busca, se da. Esto lo quiero compartir con mi señora Silvana que me apoyó en los peores momentos, con mi hijo Santiago y los que están siempre conmigo más el apoyo del plantel".Al referirse al haber conseguido nada menos que el pasaporte a la final de la Copa gracias a su tanto, el delantero dijo que "Ahora nos tocó una final más y esto es importante y para toda la gente que nos apoyó siempre". Un arbitraje sin problemas
Pezzota controló el encuentro y lo sacó adelante sin inconvenientes
Mucho se habló en la semana sobre el árbitro que dirigiría la semifinal de la Copa Sudamericana, entre Estudiantes y Argentinos Juniors, después de la polémica y pésima labor de Alejandro Sabino en el partido de ida. La responsabilidad recayó sobre Sergio Pezzota, que en líneas generales no tuvo mayores inconvenientes, al menos no generó la tensión ni el nerviosismo en los protagonistas y 
en el público, algo que sucedió la semana anterior en el estadio del Bicho.En el primer tiempo, Pezzota controló las acciones desde muy cerca y acertó en la mayoría de las jugadas. En esa etapa amonestó a Agustín Alayes, de Estudiantes, por ir con el codo ante Nicolás Pavlovich, en la lucha de una pelota aérea. Esa decisión pareció un poco exagerada. Pero minutos después, el el defensor del Pincha colocó el brazo ante un remate de un mediocampista visitante y debió haber visto el segundo cartón amarillo, algo que el juez del encuentro pasó por alto.Luego el juez del encuentro compensó su error, porque a los 34' de la primera etapa amonestó a Carlos Recalde, en Argentinos, jugador que, tres minutos después, fue muy fuerte en la mitad de la cancha, con los pies hacia adelante, contra Rodrigo Braña y ni siquiera fue apercibido por la máxima autoridad del partido.Esas fueron las únicas manchas de un arbitraje que no fue ni por asomo, lo escandaloso que había sido el de Sabino, en el partido de ida, de la semifinal de la Copa Sudamericana y del que tanto se habló en la previa la encuentro de anoche en La Plata.Además, Sergio Pezzota amonestó en el segundo tiempo a Sergio Escudero, Néstor Ortigoza y Matías Caruzzo en Argentinos y expulsó muy bien a Franco Quiroga. También le mostró amarilla a José Luis Calderón y a Diego Galván en el Pincha. Expulsó a Leonardo Astrada por protestar un fallo casi sobre el cierre del encuentro y a Rodrigo Braña por una fuerte entrada en tiempo de descuento.
en el público, algo que sucedió la semana anterior en el estadio del Bicho.En el primer tiempo, Pezzota controló las acciones desde muy cerca y acertó en la mayoría de las jugadas. En esa etapa amonestó a Agustín Alayes, de Estudiantes, por ir con el codo ante Nicolás Pavlovich, en la lucha de una pelota aérea. Esa decisión pareció un poco exagerada. Pero minutos después, el el defensor del Pincha colocó el brazo ante un remate de un mediocampista visitante y debió haber visto el segundo cartón amarillo, algo que el juez del encuentro pasó por alto.Luego el juez del encuentro compensó su error, porque a los 34' de la primera etapa amonestó a Carlos Recalde, en Argentinos, jugador que, tres minutos después, fue muy fuerte en la mitad de la cancha, con los pies hacia adelante, contra Rodrigo Braña y ni siquiera fue apercibido por la máxima autoridad del partido.Esas fueron las únicas manchas de un arbitraje que no fue ni por asomo, lo escandaloso que había sido el de Sabino, en el partido de ida, de la semifinal de la Copa Sudamericana y del que tanto se habló en la previa la encuentro de anoche en La Plata.Además, Sergio Pezzota amonestó en el segundo tiempo a Sergio Escudero, Néstor Ortigoza y Matías Caruzzo en Argentinos y expulsó muy bien a Franco Quiroga. También le mostró amarilla a José Luis Calderón y a Diego Galván en el Pincha. Expulsó a Leonardo Astrada por protestar un fallo casi sobre el cierre del encuentro y a Rodrigo Braña por una fuerte entrada en tiempo de descuento.fuente:eldia.com
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