lunes, 17 de noviembre de 2008

Yo te avisé...

Argentinos puso más titulares que Estudiantes y se aprovechó de la oferta con un paseo contundente. De paso, le dejó una advertencia para la revancha por la Copa.
Cuando la decisión es tomar riesgos, hay que bancarse las consecuencias. Astrada pensó un partido con la cabeza puesta en la revancha de la Sudamericana y no contempló que poniendo en la cancha a jugadores con muchísimo tiempo de inactividad podía pasar un papelón como el que pasó en la cancha del Bicho. Gorosito, en cambio, que la tiene algo más difícil para la revancha copera, no tocó la base y las diferencias cayeron por decantación. Se estudiaron un poco y se pegaron con ganas al principio, parecía que se iba a repetir el partido friccionado y de roce como el de ida de la Copa, pero Recalde se avivó de que Barbosa estaba lejos, muy lejos de su nivel, y abrió el partido con un zapatazo de zurda que se colgó en un ángulo.Con el gol empezó otro partido, porque Argentinos se sacó la mochila del protagonismo, del tener que demostrar que era más que su rival, casi desconocido, con algunos nombres importantes como los de Calderón, la Gata Fernández y Moreno y Fabianesi, que suponían un circuito interesante de mitad de cancha hacia adelante pero que no pudieron hacer nada ante la presión de un mediocampo como el del Bicho, que aprovechó la ausencia de un cerebro como el de Verón para marcar los ritmos de su equipo. Y creció Prósperi, con inteligencia, para golpear en los puntos débiles de un rival sin horas de vuelo. Cruzó un pelotazo entre los centrales, lo más flojito del equipo de Astrada después del arquero y Hauche se la llevó a los empujones para poner el segundo, que terminó de derrumbar cualquier intento de recuperación.Gorosito, a esa altura, ya empezaba también a pensar en la revancha del jueves. Y otra vez Prósperi bajó una pelota con muchísima calidad en el área grande para dejar mano a mano a Hauche y 3 a 0.Astrada también entendió que esta batalla estaba perdida y empezó a cuidar a los que pueden ser útiles en La Plata. Sacó a Huerta y a Calderón y el Pincha se quedó sin carácter para hacer pie en la cancha. Creció Mariano Martínez, que se comió tres goles sólo frente al arquero y apareció Romero desde el banco para convertir lo que su compañero se había devorado. Puede que esta paliza no sea medida porque no son los mismos que lucharán por la semi de la Copa, pero estas goleadas influyen en el ánimo de unos y otros en el vestuario. Un aviso de que Argentinos irá entonado para La Plata.

fuente:diario ole

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