Cuando los entrenadores organizan la pretemporada junto a sus preparadores físicos tienen que tener muy en cuenta el inicio de la competencia para no dar ventajas porque los jugadores están "duros" por la pretemporada. Detalle que parece que en Estudiantes brilló por su ausencia. De lo contrario no se entiende cómo el equipo de Roberto Sensini está dando la ventaja de ritmo y velocidad que se vio tanto ante Independiente como ayer en Rosario. El mediocampo albirrojo fue pasado como alambre caído en muchos momentos del encuentro y a los defensores se los vio exageradamente lentos con relación a la "explosión" de los atacantes centralistas. El ejemplo más claro se dio en el tercero gol local, cuando Zelaya lo pasó como parado al Chavo Desábato antes de servir el centro de la muerte.La explicación que puede ensayarse es que los trabajos de pretemporada son exigentes porque hay que llegar bien en lo físico al final del torneo y que por eso, hasta que el equipo alcanza la agilidad necesaria para la competencia, encara los primeros partidos "endurecido". Si es así, asoma como un despropósito ya que se otorga la ventaja de perder muchos puntos y partidos en función de lo anterior. Y cuando esté en su mejor punto de rendimiento físico quizá ya dilapidó sus chances de pelear arriba. Todo esto es lo que se palpa hoy en la preparación de Estudiantes de cara a este semestre del año, donde la llegada de la Gata Fernández y Boselli ilusionó mucho a los hinchas.Sin embargo, el equipo de Sensini perdió ante Independiente en su presentación por la Sudamericana (tiene, claro está, la chance de evitar la eliminación en la revancha) y ayer arrancó también con un traspié en el torneo Apertura. Por eso, si algo se hizo mal habrá que corregirlo con urgencia, antes de tener que lamentar los puntos que se perdieron en el inicio de la competencia.
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