La lluvia y la baja temperatura no lograron evitar que bien temprano por la mañana, dirigentes, candidatos y unos 790 socios se acercaran hasta la sede del club Estudiantes para debatir y aprobar la Memoria, Balance y Presupuesto en Asamblea.Durante 1 hora 45 minutos, hubo un intenso y caluroso intercambio de ideas, pareceres y discusiones, hasta que en forma casi unánime se le dio el visto bueno a los números presentados por la actual comisión directiva.Tras ello, y luego de reacondicionar el gimnasio Pedro Osacar, se acomodaron las urnas y bajo un destacado orden, comenzó el acto eleccionario con buena cantidad de gente que ya estaba en las instalaciones del club tras haber participado de la reunión previa.Sin embargo, con el clima no acompañando afuera y con el partido de la selección Argentina, hubo que esperar hasta las 18:30 aprox
imadamente para que todo empiece a tomar color.Ya a esa hora, siempre dentro de la sede, integrantes de la dirigencia actual apartados, supervisaban la situación y saludaban a quienes se acercaban.Por su parte, los dos candidatos, Rubén Filipas y Julio Alegre, se apostaron juntos durante horas en la puerta de la sede por calle 53, donde elegantemente vestidos, recibían a los socios en las escalinatas.Finalizados los comicios, comenzó la hora del conteo, y el hermetismo y la cautela de ambos bandos hacía tensar aún más la situación.El recuento duró casi dos horas, y durante ese tiempo, muchísima gente esperó el resultado fuera del gimnasio tratando de espiar o lograr obtener algún dato que se filtrara de las mesas que iban cerrando.Y faltando aún tres por cerrar, al ser ya irremontable la elección, Rubén Filipas y su lista comenzaron a festejar de antemano y sus votantes a celebrar.Por último, llegó el reconocimiento del derrotado al vencedor, siendo este el reflejo de unas elecciones muy pasivas, tolerantes y sobre todo, bien democráticas.Quizás, el único lunar fue la poca cantidad de votantes en relación al padrón. Esto pudo haber sido por desinterés, por conformidad considerando que quien tomase el mando, hará las cosas bien como hasta el momento, o por algún otro factor, pero eso será tema para analizar mucho más adelante.
imadamente para que todo empiece a tomar color.Ya a esa hora, siempre dentro de la sede, integrantes de la dirigencia actual apartados, supervisaban la situación y saludaban a quienes se acercaban.Por su parte, los dos candidatos, Rubén Filipas y Julio Alegre, se apostaron juntos durante horas en la puerta de la sede por calle 53, donde elegantemente vestidos, recibían a los socios en las escalinatas.Finalizados los comicios, comenzó la hora del conteo, y el hermetismo y la cautela de ambos bandos hacía tensar aún más la situación.El recuento duró casi dos horas, y durante ese tiempo, muchísima gente esperó el resultado fuera del gimnasio tratando de espiar o lograr obtener algún dato que se filtrara de las mesas que iban cerrando.Y faltando aún tres por cerrar, al ser ya irremontable la elección, Rubén Filipas y su lista comenzaron a festejar de antemano y sus votantes a celebrar.Por último, llegó el reconocimiento del derrotado al vencedor, siendo este el reflejo de unas elecciones muy pasivas, tolerantes y sobre todo, bien democráticas.Quizás, el único lunar fue la poca cantidad de votantes en relación al padrón. Esto pudo haber sido por desinterés, por conformidad considerando que quien tomase el mando, hará las cosas bien como hasta el momento, o por algún otro factor, pero eso será tema para analizar mucho más adelante.
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