miércoles, 24 de septiembre de 2008

Y puso quinta...

En su debut, Astrada quería "bajarle un cambio" a un team que veía acelerado. Al final ganó con dos veloces corridas de Angeleri, que le sirvió el doblete a Boselli.

Con los laterales insistió Astrada durante estos pocos días en los que es cabeza del plantel. Y fue Angeleri el que le abrió la puerta a la primera victoria de su era. A pura velocidad, sin pausa, con caja de quinta a pleno. Fueron dos jugadas casi calcadas en las que el lateral mostró que esa velocidad que brilla en sus cierres cuando juega de líbero se puede explotar también allá arriba y definir un partido.

Pero hasta el minuto 39 había otra figura. Era Campestrini, que se había hecho cargo de tres muy buenas arrimadas del Pincha, sobre todo un tiro libre-bomba de Verón que debe haberse convertido en una de las mejores atajadas de su carrera. Sus revolcones no era más que trabajo forzado producto de falencias defensivas de un Arsenal que intentaba ser ordenado hasta la exageración, a cambio de olvidar ser arriesgado en ofensiva. El que empujaba era Estudiantes.

Boselli, parece, se inspira contra Arsenal. A su hat-trick cuando estaba en Boca ahora le sumó una dopieta que puede ser decisiva en el pase a cuartos. Y además una muy buena actuación. Se buscó toda la noche con la Gata. Y se encontraron, quizás en jugadas más prometedoras que concretas, pero se vio una fresca fluidez entre el fútbol de uno y otro. Ese juego balanceó otras carencias. Verón todavía no es Verón (paga el largo tiempo sin continuidad), Braña se fue muy rápido, cuando era el mejor en su despliegue incansable y la defensa mostró algún desacierto, mezcla de impericia, nervio y mala suerte (el tiro libre indirecto que armaron entre Matías Sánchez y Andújar). Pero el equipo tuvo una indudable vocación ofensiva que desnudó la inevitable necesidad de trabajo en la presión en el medio (otro postulado de Leo que aún no tiene coordinación). Desde lo táctico, el Jefe intentó no ser demasiado diferente de su antecesor ni de su pasado inmediato como entrenador: 4-4-2, sin inventar nada raro en un contexto en el que quizá lo más llamativo fueron los incómodos movimientos de Enzo Pérez, diestro por izquierda. Al final, el equipo se quedó sin piernas. Sin cambios. Y con otra baja, Alayes. Pero ganó, importante en el arranque de esta nueva era.

Sava -silbado por su pasado tripero- y el Papu Gómez fueron un revulsivo para el Arse. Sus ingresos alcanzaron para el descuento (bomba de Pellerano), poner blanco de susto al Negro Astrada cuando parecía todo cocinado e inyectar algo de incertidumbre para la revancha. Pero el pueblo pincha no se preocupa por eso ahora Ganó. Ahora viene el clásico.

A cuatro días del clásico, Estudiantes sufrió las lesiones de dos jugadores clave: Rodrigo Braña y Agustín Alayes. El Chapu es el más complicado..

Detrás de los aplausos, de la alegría por un triunfo que venía esquivo en esta temporada, detrás de los cánticos contra Gimnasia y de la expectativa por lo que viene, los hinchas, los jugadores y el cuerpo técnico, todos, se fueron preocupados. La victoria ante Arsenal deja más dolores de cabeza que alegría. Ya que a pocos días del clásico platense, Estudiantes se fue del Estadio Ciudad de La Plata con dos hombres de su columna vertebral lesionados. Nada menos que Agustín Alayes y Rodrigo Braña.

De los dos, el más complicado es el Chapu, quien debió salir en el primer tiempo luego de sufrir una distensión en el gemelo de la pierna izquierda. El volante está con un pie afuera del clásico, aunque luego del primer diagnóstico hoy se le realizarán los estudios médicos de rutina para confirmar la lesión.

Y pocos minutos después de quedarse sin Braña, el que se lesionó fue Alayes. El defensor fue a buscar una pelota abajo, su tobillo izquierdo quedó pegado al césped, justo cuando el chico Aguirre, de Arsenal, le trabó la articulación con su pierna y le produjo una fuerte torcedura. Alayes aguantó, siguió jugando pero el dolor no aflojó y debió salir en el complemento. Tiene un esguince y de acuerdo a la gravedad del mismo se determinará si puede jugar o no. Una buena, al menos, fue que Juan Sebastián Verón disputó todo el partido y no sintió ningún problema físico. Hubiera sido demasiado.

Cuesta, sí, pero vale

Cuánto le cuesta ganar a Estudiantes todavía. Y no porque ayer no lo haya merecido. Cuesta por el precio que paga (ayer fueron dos lesionados). Porque sigue sin sobrarle demasiado: ayer Arsenal no llegó nunca pero tuvo una, desde afuera, y metió ese maldito gol de visitante. Y porque tampoco ayuda la suerte: el equipo hizo lo suficiente para llevarse una buena ventaja a Sarandí, pero el tiro de Pellerano le pica antes a un Andújar que, aun sin culpa en el gol, sigue sin la seguridad de antes.

Costó, sí, pero vale el triunfo. Y más en el inicio del ciclo de Astrada y en la previa al clásico. Está afilado Boselli, está bien la Gata, está mejorando Angeleri (ojalá tenga resto para picar así el domingo) y es importante que Verón haya terminado bien, porque con él en cancha es otra cosa. La serie está abierta. El domingo, igual, es todo.

Fuente Ole

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comparte

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More