miércoles, 22 de octubre de 2008

El Pincha se copó en serio y metió un pie en las semi


Le costó a Estudiantes, pero ganó y con dos goles de ventaja irá a Río de Janeiro el próximo martes 5 de noviembre para jugar la revancha de una llave en la que el ganador clasificará a semifinales de la Copa Sudamericana. Fue durísimo para el Pincha, porque Botafogo realizó una apretada marcación sobre Verón, a quien no dejó mover a lo largo de todo el primer tiempo, y porque a los 18 minutos se quedó con uno menos por la expulsión de Agustín Alayes.

BORRARON A LA BRUJITA

El objetivo número uno de Botafogo en el Estadio Ciudad de La Plata tuvo nombre y apellido: Juan Sebastián Verón. Antes de viajar, seguro que analizaron las últimas actuaciones del Pincha, y obvio que descubrieron el altísimo grado de participación que el capitán Pincha tiene en la generación del juego. Por eso, mínimo un hombre siempre haciéndole sombra a la Brujita. Con otro atento, para presionar más en caso de necesidad.

Sin espacio, y con una marcación reforzada, Verón perdió el panorama que se le conoce para dibujar jugadas. Y el equipo de Astrada, que empezó haciéndose cargo del partido, de a poquito perdió el control. Más todavía cuando a los 18 minutos se fue expulsado Agustín Alayes, por doble falta a Wellington Paulista. El Flaco volteó al atacante a primera hora y recibió amarilla, repitió pasado el cuarto de hora y el paraguayo Amarilla no dudó: de nuevo amarilla, roja y afuera.

Hasta ese momento, el propio Alayes había tenido una buena chance de entrada, con remate bajo que tapó Juan Castillo, y como respuesta, Tulio entrando por el medio recibió de Diguinho y de zurda le pegó de afuera, bajo, en remate que capturó Andújar.

La expulsión de Alayes le complicó la vida a Estudiantes, que se armó con tres en el fondo (Cellay, Angeleri y Díaz) pero dejó de manejar el juego.
Botafogo se hizo más fuerte, porque achicó los espacios en defensa, metió fuerte y salió rápido y con determinación. De todos modos, a los dos les costó llegar, y en ese marco, a los 25 minutos Cellay conectó de cabeza pero sin fuerza un córner de Verón y en el cierre del primer tiempo, en el ataque más claro del capítulo, los visitantes despojaron de la pelota a la Brujita en terreno propio y con tres pases largos dejaron en posición de gol a Wellington Paulista, quien evitó al arquero con gambeta a la izquierda y cruzó de zurda un remate que salió junto al otro palo.

UN ERROR CAMBIO TODO

No encontraban los albirrojos el modo de entrarle a la defensa brasileña, y ni bien Calderón entró por Gastón Fernández, el arquero de Botafogo salió mal a cortar un córner servido por Benítez desde la derecha y le dejó servida la apertura a Boselli, que entró por atrás y no tuvo más que tocar al gol. Tanto le había costado a Estudiantes elaborar situaciones en ataque, tanto se habían esforzado los visitantes por clausurar su arco... Y un error tan grande cambió todo.

La apertura le complicó los planes a Botafogo, que perdió el control de la situación y en la primera jugada que dejó libre a Verón, pum, cañonazo, adentro y dos a cero. Se avivó Benítez al tocar rápido en un tiro libre cobrado sobre la izquierda, así puso en acción a la Brujita, que avanzó algunos metros y al ver el camino libre le pegó con alma y vida al primer palo. Todavía lamentándose por la equivocación anterior, el arquero se estiró pero nada. Un golazo y festejo largo, porque dos goles representaban una buena ventaja para ir a jugar la revancha a Río de Janeiro el próximo martes 5 de noviembre.

Iban 17 minutos y de ahí en más la prioridad fue evitar el descuento de Botafogo, misión que el Pincha cumplió sin pasar ningún susto porque el conjunto brasileño perdió la buena imagen inicial y apenas si dispuso de un débil cabezazo de Leandro Zárate que Andújar atajó abajo.

Fuente diario el dia



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