En fútbol es muy común que cuando un equipo cambia de director técnico con la competencia en pleno desarrollo ese mismo conjunto, que no tenía un rumbo definido, y tampoco podía conseguir resultados favorables, con la asunción del nuevo entrenador sufra un vuelco de 180 grados en su rendimiento. Ya sea en lo que se refiere tanto a la parte colectiva como individual del grupo de jugadores que conforman la plantilla del club.
Esto sucedió en Estudiantes solamente en el transcurso de 19 días con la llegada de Leonardo Astrada para ocupar el cargo dejado vacante por Roberto Sensini, que renunció tras el empate del equipo albirrojo frente a San Martín de Tucumán, en el Estadio Ciudad de La Plata.
A pesar de subirse al podio en el Clausura 2008 (ocupó la tercera colocación detrás de Boca y River), la cuestión venía mal barajada para Boquita, porque en el torneo local había tocado fondo y en la Copa Sudamericana pasó de ronda un poco a los tumbos después de vencer por penales a Independiente.
Con el arribo de Leonardo Astrada, en Estudiantes se instaló la "primavera" (casualmente asumió y fue presentado, en el Country Club de City Bell, el 21 de setiembre como entrenador albirrojo). Pero qué hizo El Jefe para cambiar el clima dentro del plantel estudiantil. ¿Aplicó alguna fórmula mágica? No, simplemente, el Negro aplicó el sentido común y puso orden en la parte táctica. De este modo se encargó de enviarle un mensaje subliminal a los jugadores pese a los pocos días de trabajo consiguiendo torcer el rumbo y obtuvieron resultados rutilantes como en la Bombonera al ganarle a Boca, que tras cartón se desató un verdadero escándalo en el club de la Ribera.
Concretamente, hizo esto:
1) Ordenó las piezas en el tablero.- Como dijo alguna vez un técnico, a modo de ejemplo, puso el bidet en el baño, el horno en la cocina y así los distintos elementos en el lugar correcto de la casa. Esto, trasladado al fútbol, se puede hacer una especie de comparación a la hora de plantar un equipo.
Estudiantes venía muy vapuleado al recibir muchos goles en su contra por lo que aplicó un nuevo sistema táctico (4-4-2) para hacer una estructura más compacta de atrás hacia adelante con el fin de reforzar la última línea sin ser un cuadro defensivo.
2) Un shock anímico.- Astrada tiene otro estilo y una manera de ser distinta a la de Sensini. Jugó en River donde fue capitán y se convirtió a lo largo de la historia en el futbolista con mayor cantidad de títulos obtenidos con la camiseta millonaria. Eso realmente tiene su peso además tener una voz de mando diferente sin levantar el tono. El Jefe también se apoya en un cuerpo técnico de caracter. Solamente basta mencionar a Hernán Díaz y al profesor Gabriel Macaya, un profesional muy reconocido en su materia que en estos días de receso procura hacer un reacondicionamiento físico, un punto flaco que se nota en el rendimiento del equipo durante los partidos.
3) La recuperación de jugadores.- Esto no tiene que ver solamente con la parte física, sino que Astrada se encargó de darle confianza a un grupo de jugadores que se encontraban relegados. Un caso en particular es el de Juan Manuel Díaz. Al armar una línea de cuatro le dio la responsabilidad al uruguayo, que demostró que tiene condiciones para ese puesto. Solamente le faltaba ese empujón. Fue ubicando de a poco Matías Sánchez (en un puesto que el Negro conoce a la perfección), ya que debió suplir al Chapu Braña, lesionado. Intercambió de bandas en el mediocampo a Moreno y Fabianesi y a Enzo Pérez. Le dio una oportunidad a Cristian Bogado para se vuelva a mostrar, claro que jugando en otra posición (volante por izquierda). Rescató a Leo Morales y en la Bombonera lo llevó al banco de suplentes.
4) Mejoraron las individualidades.- Claro que a la mano que le pudo meter Astrada al equipo hubo una notoria levantada de las individualidades como es el caso de Mariano Andújar que se está pareciendo a ese arquero que salió campeón del Apertura 2006. Marcos Angeleri, ahora de vuelta como lateral, se volvió a convertir en una arma importante para todo el andamiaje del ataque al pasar por sorpresa. Sin lugar a dudas, la posición de lateral es la que mejor le cabe a Mambrú. En tanto, Alayes y Desábato (o Cellay) se siente más seguros jugando con cuatro en el fondo y una línea de volantes más nutrida y compacta. En este punto deberá trabajar y mucho con la Gata Fernández, que no termina de alcanzar el rendimiento que mostró en otros clubes.
5) La Brujita se jugó todo.- Como contracara en en el ciclo de Sensini en este segundo semestre del año, Juan Sebastián Verón pudo estar presente en tres partidos pero por razones lógicas que tuvieron que ver con las sucesivas lesiones que padeció el capitán Pincha. Y a pesar de no estar al ciento por ciento en la parte física, la Brujita jugó -y tampoco faltó un minuto- desde que Astrada es el técnico de Estudiantes. Verón es el referente, el jugador símbolo que le termina dando un plus al equipo como el domingo pasado en La Bombonera.
Fuente Diario El Dia
Esto sucedió en Estudiantes solamente en el transcurso de 19 días con la llegada de Leonardo Astrada para ocupar el cargo dejado vacante por Roberto Sensini, que renunció tras el empate del equipo albirrojo frente a San Martín de Tucumán, en el Estadio Ciudad de La Plata.
A pesar de subirse al podio en el Clausura 2008 (ocupó la tercera colocación detrás de Boca y River), la cuestión venía mal barajada para Boquita, porque en el torneo local había tocado fondo y en la Copa Sudamericana pasó de ronda un poco a los tumbos después de vencer por penales a Independiente.
Con el arribo de Leonardo Astrada, en Estudiantes se instaló la "primavera" (casualmente asumió y fue presentado, en el Country Club de City Bell, el 21 de setiembre como entrenador albirrojo). Pero qué hizo El Jefe para cambiar el clima dentro del plantel estudiantil. ¿Aplicó alguna fórmula mágica? No, simplemente, el Negro aplicó el sentido común y puso orden en la parte táctica. De este modo se encargó de enviarle un mensaje subliminal a los jugadores pese a los pocos días de trabajo consiguiendo torcer el rumbo y obtuvieron resultados rutilantes como en la Bombonera al ganarle a Boca, que tras cartón se desató un verdadero escándalo en el club de la Ribera.
Concretamente, hizo esto:
1) Ordenó las piezas en el tablero.- Como dijo alguna vez un técnico, a modo de ejemplo, puso el bidet en el baño, el horno en la cocina y así los distintos elementos en el lugar correcto de la casa. Esto, trasladado al fútbol, se puede hacer una especie de comparación a la hora de plantar un equipo.
Estudiantes venía muy vapuleado al recibir muchos goles en su contra por lo que aplicó un nuevo sistema táctico (4-4-2) para hacer una estructura más compacta de atrás hacia adelante con el fin de reforzar la última línea sin ser un cuadro defensivo.
2) Un shock anímico.- Astrada tiene otro estilo y una manera de ser distinta a la de Sensini. Jugó en River donde fue capitán y se convirtió a lo largo de la historia en el futbolista con mayor cantidad de títulos obtenidos con la camiseta millonaria. Eso realmente tiene su peso además tener una voz de mando diferente sin levantar el tono. El Jefe también se apoya en un cuerpo técnico de caracter. Solamente basta mencionar a Hernán Díaz y al profesor Gabriel Macaya, un profesional muy reconocido en su materia que en estos días de receso procura hacer un reacondicionamiento físico, un punto flaco que se nota en el rendimiento del equipo durante los partidos.
3) La recuperación de jugadores.- Esto no tiene que ver solamente con la parte física, sino que Astrada se encargó de darle confianza a un grupo de jugadores que se encontraban relegados. Un caso en particular es el de Juan Manuel Díaz. Al armar una línea de cuatro le dio la responsabilidad al uruguayo, que demostró que tiene condiciones para ese puesto. Solamente le faltaba ese empujón. Fue ubicando de a poco Matías Sánchez (en un puesto que el Negro conoce a la perfección), ya que debió suplir al Chapu Braña, lesionado. Intercambió de bandas en el mediocampo a Moreno y Fabianesi y a Enzo Pérez. Le dio una oportunidad a Cristian Bogado para se vuelva a mostrar, claro que jugando en otra posición (volante por izquierda). Rescató a Leo Morales y en la Bombonera lo llevó al banco de suplentes.
4) Mejoraron las individualidades.- Claro que a la mano que le pudo meter Astrada al equipo hubo una notoria levantada de las individualidades como es el caso de Mariano Andújar que se está pareciendo a ese arquero que salió campeón del Apertura 2006. Marcos Angeleri, ahora de vuelta como lateral, se volvió a convertir en una arma importante para todo el andamiaje del ataque al pasar por sorpresa. Sin lugar a dudas, la posición de lateral es la que mejor le cabe a Mambrú. En tanto, Alayes y Desábato (o Cellay) se siente más seguros jugando con cuatro en el fondo y una línea de volantes más nutrida y compacta. En este punto deberá trabajar y mucho con la Gata Fernández, que no termina de alcanzar el rendimiento que mostró en otros clubes.
5) La Brujita se jugó todo.- Como contracara en en el ciclo de Sensini en este segundo semestre del año, Juan Sebastián Verón pudo estar presente en tres partidos pero por razones lógicas que tuvieron que ver con las sucesivas lesiones que padeció el capitán Pincha. Y a pesar de no estar al ciento por ciento en la parte física, la Brujita jugó -y tampoco faltó un minuto- desde que Astrada es el técnico de Estudiantes. Verón es el referente, el jugador símbolo que le termina dando un plus al equipo como el domingo pasado en La Bombonera.
Fuente Diario El Dia
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