El Pincha controlaba el partido, pero Sensini no acertó con los cambios. El Santo lo aprovechó: empató al final.
San Martín terminó festejando un punto y Estudiantes sufriéndolo, pero los dos hicieron algo para merecerlo. Los tucumanos, se beneficiaron con la crisis de identidad del Pincha y, con algo de atrevimiento en el segundo tiempo, lo empataron. Estudiantes jugó con fuego y sobre la hora se quemó.
El Pincha tuvo todo para ganarlo. Cuando Gastón Fernández, Boselli y Salgueiro fueron un intríngulis indescifrable para el fondo tucumano. Si no hubo una diferencia mayor fue por mala fortuna (un rebote en Monge y otro en Pérez Castro le sacaron el gol) y porque al Pincha le faltaba un organizador de juego: la Gata no lo es, Pérez y Moreno en las bandas, Verón lesionado y Benítez... insólitamente en el banco. San Martín fue tibio y así y todo parecía irse al descanso en cero pero Cantero (que venía jugando muy bien) asistió involuntariamente a Boselli para el 1 a 0.
Mientras Roldán ponía todo, Sensini no acertaba en el remedio. Cellay por Fernández: salió el mejor. Quedó sujeto a que le manejaran la pelota en un medio donde Matías Sánchez no encontraba su lugar y Braña estaba amonestado. Un centro de Vega fue mal juzgado por el línea Fonzo quien indicó que la pelota había salido cuando Herrera ponía el empate. Y luego el tiro libre que Leone envió al borbollón y que se le coló por atrás de Andújar. Ya nadie se acordaba del partido, Sensini se había llevado todas las marcas. Y San Martín, un punto.
San Martín terminó festejando un punto y Estudiantes sufriéndolo, pero los dos hicieron algo para merecerlo. Los tucumanos, se beneficiaron con la crisis de identidad del Pincha y, con algo de atrevimiento en el segundo tiempo, lo empataron. Estudiantes jugó con fuego y sobre la hora se quemó.
El Pincha tuvo todo para ganarlo. Cuando Gastón Fernández, Boselli y Salgueiro fueron un intríngulis indescifrable para el fondo tucumano. Si no hubo una diferencia mayor fue por mala fortuna (un rebote en Monge y otro en Pérez Castro le sacaron el gol) y porque al Pincha le faltaba un organizador de juego: la Gata no lo es, Pérez y Moreno en las bandas, Verón lesionado y Benítez... insólitamente en el banco. San Martín fue tibio y así y todo parecía irse al descanso en cero pero Cantero (que venía jugando muy bien) asistió involuntariamente a Boselli para el 1 a 0.
Mientras Roldán ponía todo, Sensini no acertaba en el remedio. Cellay por Fernández: salió el mejor. Quedó sujeto a que le manejaran la pelota en un medio donde Matías Sánchez no encontraba su lugar y Braña estaba amonestado. Un centro de Vega fue mal juzgado por el línea Fonzo quien indicó que la pelota había salido cuando Herrera ponía el empate. Y luego el tiro libre que Leone envió al borbollón y que se le coló por atrás de Andújar. Ya nadie se acordaba del partido, Sensini se había llevado todas las marcas. Y San Martín, un punto.
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